Margaritas
y el padre en su sotana
Scarlett
Lugo, M. A.
Desde la época vitoriana, permanece viva en la
vida el deshojar margaritas, casi siempre por un padre en su sotana. ¡Oh divina
voluntad! Los desvelos y delirios por quien no dice nada, aun hoy energías
irradian. ¡Qué penoso! Es en vano deshojarlas. La tendencia dice que es ridículo
auxiliarse de lo simple… Lo superfluo hace gala.
Ellos, poco saldrán de su sotana, aún en su
intimidad y su adentro, se logre provocar su alma. Sus reminiscencias y
esencias se vuelcan a un momento y si no hay deseo alguno de que se prolongue
en el tiempo, entonces el ultimo pétalo seguirá siendo incierto… ¿Cuántas más
se han de deshojar? Lastimeramente se vuelve indigente, mientras lo último que
se ve es lo que padre en su sotana lleva por dentro. Puede que no se permita
reconocerlo, puede que quien deshoja no quiera entenderlo. ¡Qué tremenda
dualidad! También, puede que hayan terceros.
Los tiempos dicen, silencios hablan con un ruidoso
esplendor que la sotana niega, pero que también le resta valor a quien la lleva
puesta. ¿A caso no ves cómo se te va la vida, solo por no querer mirar a tu
verdadero yo? Los miedos paralizan;
petrifican tu esencia, secan y resecan aun mas allá de lo que gozas proyectar.
Los hay tan simples como abstrusos, complejos y conexos, endebles y robustos,
caprichosos y testarudos. Para todos, un solo remedio: mirar de frente lo que se
siente, escuchar atento todo lo que se ve, hacer que sea la luz en lo que
oculto se mantiene; contrarrestar al único Yo. Sólo definición. Llamar las
cosas por su nombre haciendo una parada sanadora, porque la margarita llora
cuando prefieres mantener por miedo esa sotana sin aliento. El no hacerlo eternizan
el complejo, hace una línea contigua con molestoso sonido como el que ya se
murió según la maquina que lo anuncia, solo hasta que se vuelve a escuchar el
nuevo tip, tip, tip, que tipo curva quebrada
rompe lo horizontal. ¿Por cuánto más será esto?
Es necesario soltar, hoy día muchos mandan a
esto. Si te detienen razones no vistas por los muchos, es momento que te
detengas en ti. Recuerda la margarita, es prudente la perdones. No quieras
querer quitarle su hermosura preguntando por el mismo nombre. No contrarrestes
al cielo, tampoco retes a Dios culpándolo por tu decisión. Mientras la sotana
permanezca no habrá de esas margaritas, respuestas aunque obtengas el ultimo pétalo
verdadero. Mientras puedas reiniciar, hazlo pero desde otra perspectiva, estaticidad
no siempre es sinónimo de vida.
Excelente querida mia, me encantó, muy bueno para reflexionar.
ResponderBorrarExcelente y verdadero escrito Scarlett gracias por compartir y por la lección aprendida. Que sigas cosechando éxitos y gracias por multiplicar tus conocimientos. DTB
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