Brechas Scarlett Lugo, M. A.

 

Brechas
Scarlett Lugo, M. A.

               En todos los marcos referenciales de vida existen brechas. Es inevitable en algunas ocasiones que las mismas estén y se mantengan vigentes; en otras, no. Es posible que sean notorias, más posible es, que no lo sean. Sin embargo, considerando lo bidirereccional del todo, entonces, se ha de determinar los pros y contras de las mismas. Se eleva un llamado a la objetividad.

             Desde el concepto, tenemos que brecha es una palabra de origen francés Breka, que hace referencia a resquicio, abertura o rotura. Es decir, en dominicano, es un hoyito por donde se puede mirar, o drenar, o pasar algo. Dicha palabra tiene un sentido simbólico para nombrar al resquicio por donde algo comienza a perder su certeza o seguridad. Mucha tela para cortar. Desde esta palestra, solo dos escenarios se han de mencionar en lo sucesivo del presente.

             En esfera familiar, las brechas preventivas son necesarias. Los progenitores de infantes tienen la responsabilidad de mantener vigente el debido cuidado de sus hijos, respetar sus espacios, velar que ellos tengan un desarrollo biopsicosocial ideal en la sociedad en la que viven. Si bien, en el seno familiar se le inculcan los valores necesarios para un buen ciudadano a futuro (desde el correcto ideal) los mismos deben mantener una brecha vigilante de que esos valores no se pierdan en la medida que los menores están fuera de su alcance, aún sea momentáneamente. Sin embargo, si el quehacer de éstos no está conteste con el correcto ideal, aun se entienda como una conducta no mala según la costumbre de los pueblos, quedarán evidenciadas las brechas por donde se filtran conductas no deseadas. Teorías sostienen que el modelamiento es una de las formas en que ellos aprenden. Se ejemplifica, la forma irrespetuosa de hablar, la falta de límites parentales, y hasta de autoridades, la típica conducta de que “na e na” -(coloquialmente hablando), -nada es nada, así muchas otras más. Esta esfera es la que mas secuelas dejan en torno a la buena o mala crianza, la permisividad o no de acciones correctas o incorrectas, a la repetición de patrones generacionales, a la búsqueda de un culpable para que los padres opten por abandonar su responsabilidad o no en la formación del que crece, eligiendo muchas veces lo que en otros critican, se justifique o no cuando consecuencias (casi siempre nefastas) lleguen a su casa, y un gran etcétera., todo por cuanto en la sociedad se ve, no importa el plazo.

             Desde la rectoría y regulación de una nación, constitución y las leyes, las brechas, surgen según la necesidad de los pueblos y la actualidad del tiempo. Resulta que modificar un texto legal implica asumir una postura, ya sea ratificando la existente con ligeras combinaciones encajables al tiempo presente, o cambiando lo que ayer dejó jurisprudencia oportuna. Desde aquí entonces, se aprovecharían escenarios para incluir piezas, detalles, y hasta cambiar conceptos o el espíritu de las mismas, que sí son necesarias, pero que desde que desde la quinta columna, bien aprovechadas, mutilarían antojadizamente la que hasta ayer era beneficioso para muchos. Caso debatidamente ejemplar, el aborto, el género, sólo por mencionar algunos. Si se abren las brechas, si no hay buen consenso y estudio, entonces, cuidando una cosa, la quinta columna, puede que tergiverse otras que han sido grandes logros y conquistas.

             ¿Quién será el garante de que detrás de “las ciertas circunstancias” excitan brechas imbricadas que vicien la sostenibilidad de los futuros nacientes?  Por eso desde el inicio de la formación de ciertas ideas, lo mejor es decir no. Si por alguna razón, hubo permisión, entonces, cerrar las brechas, o mañana será peor. Se cumple la ley de la siembra. Es necesario ser buen observador. ¡Quien tenga oídos para oir, oiga!