Las lealtades esclavizan. Scarlett Lugo, M. A.

Las lealtades esclavizan

Scarlett Lugo, M.A.

      Uno de los de la cartera de valores con que se forma el hombre es la lealtad. Definida como la inclinación de quien la practica a un respeto sublime hacia alguien o algo, es un valor que regala prisión.  Lealtad es la calidad de ser leal, siendo la persona leal una persona noble, fiel e incapaz de cometer una traición o engaño. Es una fidelidad pura que aun quiera ser quebrantada se manifiesta y se mantiene. 

         La lealtad crece según la convicción de quienes le dan forma. Es una acción intangible que aun en su intangibilidad se puede palpar, es latente, es sólida. Muchos de ella pueden hablar. Quienes gozan poseerla son personas dignas de admirar. Personas que rinden tributos no solo a la susodicha, sino a muchos otros de los demás valores encarrilados en la misma dirección o. Puede que algunos opten por darle otra versión.

       Hay quienes la desarrollan sin conocer si quiera su nombre, hay quienes la viven silenciosamente, sin saber quien dejo en sí si ese legado. De esto muchos han hablado, y hasta de invisible la tildan.

Por la lealtad, tanto la que se vive momentáneamente, como la generacional se ha pagado un alto precio, y es posible que falte por pagar. Cuesta esfuerzo, desprendimiento, cuesta quebranto, cuesta sobretodo discernimiento. Cuesta atención y detenimiento. Cuesta un. "Alto respeto" a ese ser merecedor, o a una caterva de sentimientos.

       Hay lealtades invisibles que han costado familias, las hay que han costado vidas. Hay además, que las cuestan  la ambivalencia de "donde quiero estar y de no me puedo ir"  por lo que eso puede generar; "es que no confía en nadie mas". Los militares saben de eso. Los de confianza saben de eso. Los realmente amados, saben de lo que hablo. Los que aman, también saben de eso.

Llega un momento preciso, en que pasado muchos años, por lealtad reaccionamos. Nuestra memoria, que es un baúl grandioso se encarga de recordamos  algunas acciones que generaron pendientes que en el tiempo han vagado, uno que otro favor que en  el momento ocurrido no pudo ser subsanado. Muchos en positivo y otros en negativo.  

       El libro que tiene vida sostiene la tesis que muchos otros han repetido, cometiendo la osadía de adjudicarse la autoría; dice: cuando tuvieres la oportunidad de hacer un bien no se lo niegues a nadie. No digas a tu prójimo: Anda, y vuelve, mañana te daré, cuando tienes contigo qué darle. No intentes mal contra tu prójimo que habita confiado junto a ti.  Por cuanto, la vida pasa factura. Y de todo lo que das has de recibir... De todo lo que siembras, aun no siendo literal, vas a cosechar.

Ser leal es una opción solo cuando te das cuenta de que se ha desarrollado en ti dicha cualidad, sin embargo, eres pasible de reconocimiento por quienes saben mirar y más, por quienes saben escuchar. La pregunta entonces seria... A quién le doy mi lealtad? ... Crece la esperanza de que sea a lo correcto, a lo de buen nombre, a lo que solo es Verdad...