Eco: malas noticias… repercusiones a terceros. Scarlett Lugo, M. A.
Scarlett Lugo,
M. A.
Científicamente,
el eco es un fenómeno acústico producido cuando una onda se refleja y regresa
hacia su emisor. Se puede decir que lo mismo acontece con el espejo. Por aplicación
de la tercera ley de Newton, una acción trae consigo una reacción.
Extrapolando
lo anterior al momento en cómo repercuten en nuestros días las malas noticias,
podemos decir que las mismas, dependiendo de las partes envueltas serán tan
sonoras como impactantes, o no provocaran ningún efecto en muchos de los que
oyen, y ninguno, en aquel no nunca oyó. Cuando ellas están fuera de nuestro
radio de acción particular, no nos hacen el mismo efecto que cuando si lo están.
Resulta que la
parentela en una familia promedio o no, provoca situaciones que consideradas, darán
al traste con que, muchos de tus familiares sientan la magnitud de la mala
noticia de que se trate o no. Lo malo
siempre será así. Multiplicidad de factores abren el
abanico de situaciones que se desprenden de todo aquel panorama del que estamos
oyendo el eco.
El accionar
humano, perverso por naturaleza, permite, una vez alimentado, que no sólo el
actor si no sus ascendientes, descendientes, entorno cercano, entorno lejano y
toda una alta esfera social, tenga que bajar la cabeza -vergüenza ajena- cuando
la acción que acaba de nacer es de aberrante categoría. Es cierto, la
multidimencionalidad del ser, provoca igual multidimencionalidad de reacciones.
Todos tenemos opciones, todos elegimos hacer conforme quien nos mande: la razón
y/o el corazón, o simplemente, nuestro orden natural.
Se evidencia
que, las personas que menos consideramos capaces de accionar de manera
equivocada (según la cultura que se trate) tienen tendencias a protagonizar situaciones que provocan malas
noticias. Y justo esto lo que los demás evalúan en este tenor. No cabe en la
cabeza del que oye, que esa persona fue pasible de su situación actual. Ninguno
está exento. Más, ¿cómo salir de allí una
vez dentro?... y aquí viene el abanico del que antes hablé, los grandes ¿Por
que? Sin respuestas satisfactorias. La victimización del victimario, una victima que ya se fue (aunque no muera) y el
inmenso deseo de que la tierra se abra y al cerrarse no le deje fuera; la
mirada de muchos y todos, con ese dedo acusador del que no nos libramos ni aun después
de la muerte... Se eleva a gritos la petición de justicia, siendo ésta la que
procura que quien haya cometido una situación contraria a las normas del buen
vivir, reciba una recompensa que sólo en parte resulta compensatoria de quienes
la solicitan. Muchos, le dejan todo al tiempo, y muchos, después del tiempo,
habiendo obtenido lo que la justicia humana le puede dar, insatisfechos por demás,
también terminan la cuenta por cobrar. Nunca se sienten complacidos. Todo eso
solo por el eco. Repetición que sale y retorna.
Generaciones se
dañan. A partir de ese momento, en todos, se elevan millares de sentimientos en
gran medida negativos. David, rey de Israel, quien fue protagonista
de una mala noticia por haber alimentado una acción en su corazón (ver entrada Díceres),
hizo uso de elección de su juzgador, y dijo: Estoy en muy grande angustia.
Ruego que yo caiga en las manos de Jehová, porque sus misericordias son muchas
en extremo; pero que no caiga en manos de hombres. Quien provoca el eco, puede seguir este ejemplo. Dos acciones se
desprendieron de aquí: se tuvo que arrepentir delante su creador, en
consecuencia, de la sociedad, solicitando de éste que volviera hacia él su ira,
por cuanto él era quien había dañado, evitando que otros siguieran sufriendo
consecuencias ajenas, y tuvo que pagar
un precio alto.
El eco siempre
es fuerte al principio, pero el sonido se diluye, y aunque el actor, los cercanos a éste,
los que de él se desprenden en futuras generaciones, y toda una sociedad, siempre
sepa que provocó sonido que luego le retornó, también deberá tener pendiente de
que hay remedio. Asumir sus consecuencias, y mirar a Dios. A la larga, el es el
único que sana.
Muy bien
ResponderBorrarMuy bien
ResponderBorrarAsi es 👌👌👌
ResponderBorrarMuy interesante
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