Villano de ti mismo...
Scarlett Lugo, M. A.
Cuando nuestros miedos se imponen a nuestras posibilidades de logro, entonces
nos desenfocamos del alcance de lo que anhelamos. Existe varianza en todos los
deseos que tenemos y a los que nos abalanzamos a conseguir. Sin embargo, en
muchas ocasiones hay un ALTO! Ese alto, que te propone cavilar entre lo que
quieres y por qué lo quieres, además del para qué, el qué has de hacer con eso,
y más aun, el cómo lograrlo; no obstante, pensar en los obstáculos que has de encontrar.
En ese momento es justo en el que te conviertes en villano de ti. Las dudas
sobre tu capacidad, dudas sobre lo que ya se estableció en el cielo y de lo que
tienes conocimiento, dudas hasta de tus propios sueños y miedos. Aún habiéndote
enseñado la vida que vives con un propósito, todos los seres humanos en algún
momento, se han convertido en villanos de sí mismos.
Antagónico, molestoso, socarrón, el que desvirtúa tus virtudes, quien hace
alarde de tu ansiedad y de la estructura de tu confianza. Se burla de las
formas que tu intelecto le han dado a tu propio sistema de creencias. Ese patán que
es tu villano, y a quien sólo lo destruirás dependiendo de que tan arraigada
tengas esa certeza, vive contigo. ¡Cuál villano se maneja! Estará por el tiempo
que tú determines, hará contigo lo que tú le permitas, te impedirá disfrutar
del camino. No todo es malo en el trayecto de las tomas de decisiones. Es normal
que fluctúes entre dos posiciones. Siempre habrá dos en que pensar. Es sólo
desafiar. Permite a la gran señora, que
muchos dicen poseer, que ejecute su papel. Fe, es el nombre que le han dado.
Es contraproducente, que aún ella estando en casa, apoderada de ti, el
villano de ti mismo, te impidiera que exhibieras sus bellas ropas. Se vive un pugilato
perfecto entre el ¡Sí, ya lo tengo!, y el ¡No, no creo seas el idóneo para que
lo puedas hacer! ¡Oh Dios, que difícil es! Sentir que después que te has
evaluado y sabes en todo tu complemento que sí, que eres lo que se busca, y que
exista una discrepancia entre tu Id, tu Yo y tu Ello, es una situación de la
que nunca estaremos exentos. Siempre que sea villano de mi, volveré a sentir su
peso.
La tripartitura del ser se superpone. Lo racional y lo emocional convergen.
Pero, Respira, siempre hay una salida. Por
lo pronto, disfrutar el camino, evaluar los espinos, y elogiar su colorido
aunque sean solo negros y blancos, es también parte de la jornada que debes
atravesar. Deja de ser tu oponente. Reevalúa lo que entiendes, así, lograrás
ver con mejor claridad. No te quedes donde estás.
Todas las personas nos caracterizamos por tener emociones negativas y positiva. El punto es, no permitir que esa emoción llamada "miedo" supere nuestra fe, autoestima y, ese deseo inmenso de ser capaces de superar obstáculos.
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