De los que pierden

De los que pierden...
BIENVENIDA SCARLETT LUGO SANTOS, M. A.

Un día tiene veinticuatro horas. En todos los aspectos de la vida, perdemos algo. Según es la diversidad y complejidad del cuerpo humano, así misma es la medida en que perdemos. Desde el aspecto fisiológico, emocional, social, cultural, religioso, hasta cualquier otro aspecto que haya dejado de tocar. En palabras de Pangrazzi (1993), hay perdidas de la vida, de aspectos de si mismo, ligadas al desarrollo, las de corte emocional y las de objetos externos. ¿Qué es lo que más duele?  A nadie le gusta perder…

Cuando se pierde, afloran sentimientos diversos, y como todo es dual, se debe uno detener a mirar desde la posición donde se está. Sin embargo, hay resultados generales. La pérdida produce miedo, baja autoestima, sentimientos de humillación, dolor, vergüenza y hasta liberación, sentimientos de venganza que emergen de la negación. Se activan todos los mecanismos de defensa a los que Freud hizo alusión. A nadie le gusta perder. No estamos condicionados para eso. ‘Eso a mi, no me pasa’ suele ser nuestra expresión. Más, un alto en el andar, nos permite analizar: hay que perder para poder ganar. John Nash, dijo un día que “Mientras más fracasos tengo, mucho mejor será mi éxito”. Yo me hago eco de ello.

Es ingente la desesperación que se siente cuando se pierden tantas cosas. Hay quienes no le dan mente, hay otros que si sienten que la tierra se ha abierto debajo de sus pies. Aprender el principio de que se debe dejar lo que era de niño cuando ya soy hombre, que ya tengo que saber seleccionar, manifestando así la inteligencia, que debo admitir que fallé y reconocer mi humanidad, entonces estamos perdiendo. Para aprender hay que desaprender. Para crecer hay que perder. Para llegar hay que perder. Para alcanzar lo alto, hay que descender a lo mas bajo. Para vencerte a ti, tienes que perder tu yo. El punto es que tienes que perder algo, y siempre vivimos en ello.

No obstante a todo lo dicho, no te debes detener. Se deben superar los miedos… Se debe aprender a no rendirse… Pues en la vida, se debe aprender a perder.