En pro de la vida...
En pro de la vida
Resulta espeluznante ver en las páginas virtuales, los periódicos
digitales, las revistas de todas las clases, cómo personas desalmadas y con un
poder de persuasión impresionante, están logrando la atención de niños, niñas,
adolescentes y hasta de personas que se presumen adultas, a las cuáles, les
interfieren en su acción volitiva.
Se hace evidente la baja emocional de que gozan estas personas que dan
aquiescencia a este tipo de depredadores, y le entregan su voluntad, con la
única condición de ser escuchados por alguien. ¡Que alto es el precio a pagar!...
Es evidente, el desconocimiento del real valor de la vida, el
desconocimiento de que lo que a lo interno les sucede, tiene una solución. Es
evidente, que aún no gozando de que alguien cercano les escuche, y vea sus
heridas internas, ni siquiera ellos mismos se han dedicado un momento para
encontrarse con su yo interior. Y si, fueran conocedores de Dios, aún a este
les niegan la oportunidad de que el logre satisfacer sus requerimientos. ¿Qué
lo que esta sucediendo con las mentes humanas? ¿Qué es lo que nosotros
entendemos como importante? ¿Cuál es el concepto que tenemos de vivir?
Las respuestas a estas preguntas, y todas las que puedan surgir, nos
regalarían años de intercambios. Más, en
esta ocasión, solo me inclinaré a hacer un llamado a reflexión de ti mismo.
Como ser humano, eres capaz de poderte ver, y que resurja en ti ese valor intrínseco
que es tuyo, que no le debes a nadie, y que de deberlo, sólo sería a ese
infinito ser que insiste en decirte “yo estoy contigo”: Dios. Más, si ni a El
le das el permiso, solo detente. Reacciona, ten el valor de llamar tu propia
atención y revélate contra ti. Revélate contra tus miedos, contra lo que te
quita el sueño,
revélate contra el concepto que tienes sobre vivir, y búscale otro sentido.
Desaprende lo que ya sabes sobre eso y aprende algo nuevo… Busca en tu
derredor, busca en lo que ya tienes, en
lo que has considerado valioso para ti, y si no encuentras algo, entonces
llámate a lograrlo, tú puedes.
Eres una pieza tan importante y especial, que de no tener en esta tierra una
actividad de igual categoría, ya Dios, el destino, o eso, a lo que llamas con
tus palabras, se habrían encargado de quitarte del medio. No te dejes
subestimar, no dejes de considerarte como un ser humano hermoso, no cierres los
ojos para no ver quien está dispuesto a escuchar. No entregues tu voluntad, y
si lo haces, sólo hazlo a quien si sabe recompensar: el gran Soberano Dios.
…Siempre hay quien nos ve… sólo aprende a mirar…
Scarlett Lugo
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