Expuestos, Scarlett Lugo, M.A.

Expuestos…

Scarlett Lugo, M. A.

Todos los actores de los sistemas de vida, en un momento dado se ven expuestos a todo y en  todo lo que acontece. Asi el hombre que tras bastidores habla. Las especies diversificadas, algún día son encontradas por un curioso que tiene a bien exhibirlas. Muestra su belleza, debilidad, dependencias, ramificaciones, y hasta su letalidad si así la tuviere, -si no pregúntale a Darwin-. Se cumple la ley del cielo, nada se esconde.

La acción y la omisión son dos gemelos que siempre andan juntos aunque su desarrollo cíclico sea tan divorciado de lo que al entender del tercero deba realmente ser. Y es que, por muy perversos que sean los pensamientos de un racional, o aquellos que altruistas son, llega un punto en que quien piensa se siente a la luz pública como en luna llena, y su deseo momentáneo, no necesariamente esta conteste con ello. Queda al descubierto. Su privacía se ve cuestionada, por muchos que osan hacerlo, quizás por el propio yo, con intenciones distintas adecuadas al contexto y su zona de paz invadida, y queda, como qui-zás por omisión nunca no pensó quedar. El hacer, trae consecuencias, probablemente, el no hacer las provoque en mayores dimensiones. Sin embargo, todo tiene una respuesta; mire usted bien como acciona, porque hay leyes que gravitan y que se dan cumplimiento, se acepten o no, se esté consciente o no. Newton tenia la razón.

Todo se mantiene en movimiento. Con ruido o sin él, corto o extenso, que se sienta o no, siempre hay exposición. Si pensamos mucho en esto, encontramos grandes dilemas, entre ellos (por mencionar uno) el que sostiene que la realidad no existe hasta que te das cuenta.

De  todos los órganos vitales que posee el ser humano, el cerebro nunca duerme, salvo que llegue la muerte, solo baja la intensidad de procesamiento, y llegado su momento, porque tiempo para todo hay, entonces expresa cada mandato neuronal que expone una situación determinada. ¡Qué particularidad! Los sistemas, en todas sus esferas, entonces quedan a expensas de cada ser que opera en los mismos agarrado de manos de los gemelos antes mencionados. Consecuentemente, como el sol del medio día… todos quedamos, y a Dios que reparta suerte.