Cuantas veces las siento... desnudan Scarlett Lugo, M. A.

Esencia de mujer. Henry Ascencio

Cuantas veces las siento... desnudan

Scarlett Lugo, M. A.

Waoo, y se activan mis sentidos que conspiran con las órbitas de todo el engranaje perfecto, con imperfecciones muy propias. Queda al descubierto un yo que es evidente. Y es que me sonrojo al lograr verte, me desnuda ante todos la sangre que invade mi rostro cuando dices un cumplido, y más cuando escucho tu voz. Te confieso que es un todo momentáneo, pues así como te recibo, fugaz e inigualable, así mismo te pierdo. Sin embargo, ya has gravado en mi memoria ese episodio des-inquieto.

Avergüenza saber que esa emoción es como un muñequito que baila en la memoria de quien la siente, se burla de si cuantas veces le piense; la culpa, entonces se hace evidente. Oh pequeño rubor, que osado eres. Arrastras contigo, a todas las demás. Que alegre se siente, cuando sonreír consigues al verle bailar. Que alegre se siente cuando logras ver mi rostro con una sonrisa, ingenua por demás. Pero además... llega la tristeza. Dolores inmensos cuando sientes que te alejas. Cuando se sabe que ya no estás. Cuando se te puede alcanzar.

Grrrr... que rabia se siente, cuando los caprichos del alma salen con efecto de pelota de playa que se ha querido hundir. Se da vueltas y vueltas, y no se consigue nada. Y se vuelve a chistar. Y es que irritan los peros. Si, irritan los peros. Molesta el desespero. Cada quien desde su postura sabrá como las emite. La inercia del otro, lleva al desenfreno, sin embargo, todo es bidireccional. Lo que para uno es hilarante, frustrante, para otro es estallante, otro entonces no se moverá. Lo que para uno es de miedo, para otro de protección. Lo que a uno le genera bienestar, no provocará el mismo efecto en otro.

Los estímulos, son diversos. Son los responsables de una respuesta que se emite a través de las emociones. Ellas nos desnudan en menos de un segundo, porque permiten que otros vean que tan controlados somos o no. Evidentemente, todas son diferentes. Tienen una función adaptativa de nuestro organismo a todo lo que nos rodea. Cuando están en función, nuestro organismo acoge un estado que sobreviene brusca e inesperadamente, en forma de crisis, mas o menos violentas y mas o menos pasajeras.